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jueves, 6 de octubre de 2011

Más vertidos en el Rio Sar.La historia interminable.

El RÍO SAR a sus paso por las cercanías A Escravitude presenta un estado más que lamentable, si alguien no supiera de su historial de vertidos podría pensar que se ha congelado
y ahora tienen un glaciar en medio de su recorrido y que además se esta derritiendo

y los icebers avanzan pausadamente hacia el mar.

Pero el Río Sar ya hace tiempo que dejo de estar para bromas, caralladas y demás familia

La cosas es muy seria como todas las anteriores a estas, volvemos a ver sosas, hidrocarburos, ácidos o lo que sea que le halla tocado esta vez , lo que aun sorprende es que con toda la contaminación que recibe continuamente aun siga teniendo truchas que aparecen muertas al igual que los escalos entre tanta contaminación


cada vez que alguien mira para otro lado y suelta muerte hacia el cauce del Río Sar nos acordamos de que aun no hace mucho tiempo en la zona de Padrón sufrió otro vertido, cuando no lo secan para realizar unas obras y el de antes y el otro y así podrías llenar muchas paginas de vertidos continuos.

Espero que algún año no halla que hablar de vertido, mortandad, desecado y demás colección de atentados que sufre el Río Sar continuamente, porque las tiene todas solo le falta un vertido radiactivo para acabar la colección y esperemos que no la acabe nunca por el bien de todos.

2 comentarios:

  1. Una pena, una auténtica pena.
    Y a los responsables seguro que les trae sin cuidado, porque saben que en el peor de los casos, les ponen una sanción de chichibaina y a vivir que son dos días.
    Si se les hiciera beber 15 0 20 litros del agua que han contaminado, seguro que la cosa cambiaba.
    Aunque se me ocurren medidas mucho mas convincentes, pero me las reservo que luego Olga me riñe diciendo que si soy demasiado radical, etc, etc..y que esas cosas no se dicen, que a ver que van a pensar los demás.
    Miedo me dá pensar en el día en que la Madre Naturaleza deje de asumir y emendar nuestros despropósitos.
    Ese día no valdrá de nada lamentarse y tendremos lo que nos hemos ganado a pulso.
    Y lo peor es que lo heredarán nuestros hijos, que no tienen culpa de nada.
    Confiemos en que esto algún día cambie, que si no, mal camino llevamos.

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