Somos gente de agua y para el agua, de la tierra de los mil y un ríos como muchos la han llamado y la siguen llamando, desde el Eo al Miño son las fronteras que encierran los mil y un ríos que la surcan, desde las montañas que los empujan hasta nuestras rias, nuestras costas.
¿El paraíso de los ríos para los soñadores?
¿El basurero de otros muchos?
Esos que ante ponen sus beneficios o los beneficios de las empresas para las que trabajan, a la salud de nuestros ríos mares y montañas, sí, con todo eso se están cargando los ríos y todo lo que los ríos arrastran, acaba en las rías, que serán las próximas en estar mal, se acabaran cargando la mayor de las riquezas que Galicia tiene.
Donde prima más unas pocas Kaveas (KWA) que la mayor parte de la fauna que albergan las presas o los ríos que nos rodean.
Donde la gente que debería de preocuparse por cuidar y aprovechar el paraíso de los ríos y los mares, para conservar la variedad de fauna que nos rodea, acaba poniendo en manos de un grupo de indeseables toda nuestra riqueza, la riqueza de todos los Gallegos.
Que esos políticos y sus técnicos desde la vagancia de sus despachos con todas las comodidades, tomen decisiones en vedas, prohibiciones y normas que más que beneficiar a la fauna, los ríos y los mares, benefician a sus vagos intereses, que no son más que tener un trabajo fácil, sin complicaciones a desempeñar o lo que parece lo mismo, cuanta menos gente se acerque a pescar o pasear por las orillas los ríos y la costa mucho mejor, menos se va a ver lo poco o nada que hacemos por nuestra naturaleza, así menos van a dar la lata, de ahí se puede sacar el empeño e interés de que durante años de no tener las orillas de los ríos cuidadas y limpias, ya no solo de vegetación sino de las más variadas basuras, que desaprensivos van depositando en el lecho del rió, como lo demuestran las limpiezas realizadas por varias sociedades y clubes de pesca en varios de los ríos de nuestra tierra, incluso clubs de buceo han limpiado toneladas de basura de puertos y rias.
Los ríos no dejan de ser seres vivos, que también necesitan luz y sol para la vida de sus moradores, un ríos oscuro sin luz ni sol, es un río muerto, no hace tantos años me acuerdo de ver las orillas de los ríos, que tenían casi todos los árboles podados a unos 3 o 4 metros de altura y rebosaban vida tanto vegetal como animal en las zonas que mas sol recibían.
Es cierto que los ríos necesitan un aporte vegetal, pero de unos años para aquí ese aporte vegetal es tan excesivo que los ríos no lo dan digerido por decirlo de alguna manera, que la cantidad de lodos generados por la descomposición de esas materia vegetal acumulada en el lecho de los ríos, hace que la mayor parte de las graveras donde antes las truchas, reos y salmones hacían sus puesta, ahora sean fangueras inútiles de las que rehúyen a la hora de las frezas y cada vez son menos los lugares idóneos o adecuados para albergar las tan preciadas puestas.
Todo esto unido a los vertido de lo más diverso y variado, ya sean por purines, hidrocarburos, ácidos o sosas de escapes o accidentes, hacen que perdamos poco a poco nuestro patrimonio animal y vegetal más envidiado de España.
Esto mismo es lo que están sufriendo nuestras costas, vertidos desde tierras, lo que los ríos arrastran desde los lugares por donde pasan hasta nuestras rías, varamientos, encallamientos y hundimientos de barcos con grandes capacidades toda clase de productos, especialmente hidrocarburos, ya fuera del combustible de los propios barcos como su carga.
Así como la gran cantidad de sentinazos de los que somos victimas casi todos los meses y que nos dejan a modo de recuerdo flotando enfrente de nuestras costas, que nuestras costas fueron y son victimas de tanta contaminación que las bacterias que en ellas habitan y que se comen los hidrocarburos no dan digerido lo que hasta nosotros llega, más vale lenta que nula, esto no es el consuelo de nadie, aunque para algunos sea suficiente.
Y en eso estamos y pasamos los años preocupados por cuidar y proteger lo que nos queda y otros preocupados de no ser molestados por el populacho, que les pide más mano dura con los contaminadores y con los que no les importa cargarse un río, una presa o una ría si con ello sacan beneficio propio de nuestros maravillosos ríos y costas sin importarles ni lo mas mínimo si las futuras generaciones podrán disfrutar o conocer las maravillas que alberga nuestra tierra y es fácil de ver lo que esta pasando, con una simple regla de tres, y que discutan contra la verdad.
-la generación de mis padres (la del 50-55) con 30 años conocieron los salmones del Eume y lubinas todos los días que salían de pesca.
-la mía (la del 75-80) a los 30 años no, la mía conoce los reos del Eume aunque últimamente con los ácidos generados por los sangrados de los taludes de la autovía de As Pontes pocos se ven por Eume arriba y los 5 salmones del Mandeo y de las lubinas cuando hay suerte alguna vamos sacando.
-la generación de mi hija (la del 00-05) cuando tenga 30 años, ya no creo conozca los reos del Eume ni los salmones del Mandeo, y tengo la gran esperanza de que llegue a pescar alguna lubina que tal y como están las cosas no me hace ser optimista.
Tengo la esperanza de que me equivoque en esto último.
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