El viejo centro de interpretación de la naturaleza de Chelo, en el municipio de Coirós, relegado por un moderno edificio de madera, será resucitado por los pescadores del coto. Así lo han acordado desde el Servicio de Conservación da Natureza en beneficio de la sociedad Río Mandeo, entidad que en los últimos años se ha hecho cargo de varios inmuebles, así como de la gestión del coto de Aranga. «El acuerdo es un beneficio para todos -explica el presidente de la sociedad, Miguel González-; la Consellería de Medio Ambiente consigue mantener un edificio que empezaba a estar abandonado y nosotros disfrutamos de un nuevo local para cambiarnos, descansar...» Además, también se ahorrarán los doscientos euros mensuales de alquiler de la vieja sede.
La instalación será inmediata en cuanto se repare la cubierta y se realice alguna pequeña obra en el interior para adaptarla a las necesidades de los pescadores. «Nos permitirá realizar los cursos de pesca con mayor comodidad», explica el presidente, que prevé hacer una zona común para todos los pescadores y otra exclusiva para los socios. La gestión del inmueble se suma a la conocida como Casa del Guardia, en Muniferral (Aranga), que estaba muy deteriorada. «Tuvimos que reforzar el acceso porque nos entraron a robar varias veces», recuerda González.
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