Mujeles al lado de casa.

Tras recibir la noticia sobre las cinco y aprovechando que la lluvia me daba una tarde de tregua allá me fui pues es al lado de casa y había que aprovecharlo, armado con la caña línea 7#, toda la colección de moscas que tengo montadas y con pan suficiente como para estar toda la tarde sin que les faltara.

Al llegar me encontré con un grupo numeroso, le calculo que un centenar mas o menos, para la poca masa de agua en la que se encontraban eran más que suficientes, ya emocionado cebe la zona de pesca bien abundante, arme la caña escogí mosca y esperando las primeras cebadas fui mirando la zona por un lado y el otro, sin perder de vista los movimientos de los mujeles, pero lo minutos fueron pasando y sin ver ni una sola cebada ni bocado al pan que por allí flotaba, fui lanzando a un lado y al otro esperando la suerte, pero ni al pan ni a las mosca han entrado, que me han hecho desanimarme de tal manera que la ultima hora la pase sentado en la curva del muro mirando para ellos a un lado y el otro y viendo como pasaban muy mucho del pan, sé que estos no están acostumbrado al pan pero que ni por curiosidad hayan subido a echarle un bocado.

Por una parte, he vuelto para casa jodido por no haber logrado ni tan solo una picada o cebada, pero por otra que me ha alegrado encontrarlos tan cerca de casa, aunque hoy me hayan dado esquinazo duramente, espero que echen por allí unos días y volver a probar suerte otro día, pero la entrada de este temporal que viene no creo que se queden más allá de mañana pues las olas van llegar al fondo del canal en el que se encuentran.

Como se suele decir “Pescador soy y el la orilla nos encontraremos”.